Volvo Cars anunció la construcción de una tercera planta de fabricación de automóviles eléctricos en Kosice, Eslovaquia, con el fin de satisfacer la continua demanda de sus clientes por este tipo de propulsiones y con esto, capturar el potencial crecimiento de ventas del futuro.
La fábrica de última generación será neutral desde el punto de vista climático y solo construirá vehículos eléctricos, reforzando el objeto de la compañía de ser totalmente eléctrica en 2030 y carbono neutral en 2040, además de continuar ampliando su capacidad de producción mundial para responder a sus ambiciones de crecimiento.
Con Eslovaquia como su nuevo lugar de fabricación, la compañía crea un triángulo europeo de producción que cubre su mayor región de ventas, complementando las plantas existentes en Gante (Bélgica) y Torslanda (Suecia).
"La expansión en Europa, nuestra mayor región de ventas, es crucial para el cambio hacia la electrificación y el crecimiento continuo de Volvo Cars. Estoy muy satisfecho de ampliar nuestra huella de producción en Eslovaquia y espero dar la bienvenida a nuevos colegas y socios en el viaje que tenemos por delante”, dijo Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Cars.
Para la marca, esta nueva fábrica representará una inversión de 1200 millones de euros y estará ubicada cerca de la localidad de Kosice, en la parte oriental de Eslovaquia, beneficiando la cadena de suministro ya que se convierte en la quinta planta de automóviles del país.
La instalación está diseñada para producir hasta 250.000 automóviles al año y se espera que proporcione varios miles de nuevos puestos de trabajo en la región. El emplazamiento también permite ampliar la planta en el futuro.
La creación de la planta de Kosice representa el primer nuevo centro de fabricación europeo de Volvo Cars en casi 60 años. La planta de Torslanda se inauguró en 1964, mientras que la fábrica de Gante lo hizo un año después. En conjunto, estas instalaciones pueden producir 600.000 vehículos al año.
El inicio de la construcción está previsto para el año 2023 y se espera que para el año siguiente se instalen los equipos y líneas de producción. La fabricación en serie de la próxima generación de vehículos eléctricos de Volvo está prevista para 2026.