Volvo Cars marca un nuevo hito en su proceso para transformarse en una empresa carbono neutral, reduciendo las emisiones de CO2 en el transporte marítimo de su material de producción a las fábricas de la compañía. Esto será posible gracias al reemplazo del combustible tradicional que utilizan los barcos transportadores, por gasolina renovable.
De esta forma, la marca se convierte en el primer fabricante de automóviles en anunciar este cambio, con el cual esperan reducir inmediatamente 55 mil toneladas de CO2 del transporte marítimo intercontinental en el transcurso de un año. La reducción es equivalente a las de un camión lleno que recorre el díametro de la tierra 1.200 veces.
“El combustible renovable no es el objetivo final para reducir las emisiones de CO₂ del transporte marítimo, sin embargo, esta iniciativa demuestra que podemos implementar soluciones que logren resultados significativos mientras esperamos alternativas tecnológicas a largo plazo”, comentó Anders Kärrberg, jefe de sostenibilidad de Volvo Cars.
El novedoso combustible que se utilizará está basado en fuentes renovables y sostenibles, principalmente de aceite de cocina usado y se denomina éster metílico de ácidos grasos (FAME), el cual no emplea materias primas relacionadas con la producción de aceite de palma.
Este líquido se utilizará en el transporte marítimo de contenedores entrantes con material de producción destinados a fábrica con sede en Europa y América, así como toda la distribución de repuestos fabricados a nivel global y enviados por medio de contenedores.
La firma escandinava ha trabajado en esta iniciativa junto a otros socios logísiticos como Maersk, Kuehne+Nagel y DB Schenker, los cuales cambiaron a combustible renovable el pasado 1 de junio de 2023 con el fin de obtener la energía equivalente necesaria para todos los transportes de contenedores realizados para Volvo Cars.
Este hito es parte de los objetivos propuestos por la marca en el que se espera conseguir la carbono neutralidad y su transformación hacia un negocio circular en 2040, y de manera paralela, la compañía está trabajando para que en 2025, la mitad de las ventas consideren vehículos 100% eléctricos y en 2030, Volvo Cars comercialice solo automóviles Pure Electric.