Lave las lámparas exteriores, como los faros y las luces traseras, con una esponja suave y limpia junto con jabón suave y agua tibia.
Es normal que, durante el lavado, se forme temporalmente condensación en el interior del vidrio. Todas las lámparas exteriores han sido diseñadas para resistir esto. La condensación suele eliminarse de la caja de lámpara mediante ventilación tras estar encendida la luz durante un tiempo.
Importante
No emplee detergentes ni productos químicos agresivos en la limpieza de las lámparas. Productos como, por ejemplo, los agentes con contenido de alcohol, pueden ocasionar fisuras en el vidrio.
Importante
No frote con una esponja o paño seco, ya que ello puede provocar descargas eléctricas que dañen los componentes de la lámpara.