Suba la cortinilla solar y engánchela en las presillas del techo con ayuda de los dos ganchos de la cortinilla.
La fuerza del resorte de la cortinilla hace que los ganchos se mantengan tensos.
Cuando no sea necesario utilizar la cortinilla solar, desengánchela, sujétela y deje que vaya replegándose poco a poco.