El automóvil dispone de una caja de cambios automática de doble embrague de siete marchas y además, de un motor eléctrico integrado para funcionar en operación eléctrica, así como de recuperación de la energía de frenado. El número de marchas hace posible el eficaz aprovechamiento del par de torsión y de los rangos de potencia del motor.
Tanto con la palanca de cambios como con las levas del volante se puede subir o bajar de marcha manualmente. La pantalla del conductor muestra la posición de cambio seleccionada.