La gama Volvo dispone de coches semihíbridos con Etiqueta Ambiental ECO en todos sus modelos.
En las grandes ciudades, la contaminación ambiental es un tema con creciente importancia. En algunas capitales como Madrid el aumento del nivel de emisiones de CO2 hace que se active el protocolo de contaminación.
Estos protocolos especifican una serie de restricciones que van desde el control de la velocidad, hasta la prohibición de la circulación de vehículos que no sean híbridos o eléctricos. Los coches con Etiqueta Eco son de los pocos que pueden circular sin apenas problemas en cualquier escenario de los previstos en la mayoría de las ciudades.
La Etiqueta Ambiental ECO es una de las que clasifica a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente. La DGT especifica de manera más detallada los vehículos que son aptos para obtener la pegatina ECO, a saber:
• Turismos y comerciales ligeros y vehículos de más de 8 plazas y transporte de mercancías, clasificados como vehículos híbridos enchufables (PHEV) con autonomía eléctrica de menos de 40km; vehículos híbridos no enchufables (HEV); vehículos propulsados por gas natural; vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP). Los vehículos de gasolina deben cumplir el nivel de emisiones EURO 4/IV, 5/V o 6/VI, mientras que los coches con combustible diésel cumplirán con el nivel de emisiones EURO 6/VI. En el caso de los vehículos de transporte, deben cumplir con el nivel de emisiones EURO 6/VI indistintamente del tipo de combustible.
• Vehículos ligeros (categoría L), clasificados como vehículos híbridos enchufables (PHEV) con autonomía eléctrica de menos de 40Km o vehículos híbridos no enchufables (HEV).
Los vehículos Mild Hybrid o microhíbridos, son vehículos que disponen de un motor eléctrico pensado para ahorrarle al motor térmico ciertas tareas. En un coche de este tipo se pretende dedicar el uso del motor de combustión para moverse, y que la energía necesaria para el funcionamiento de los sistemas auxiliares y eléctricos del coche provenga de otra fuente.
Estos coches “mild hybrid” disponen de un avanzado sistema de frenado de recuperación de energía cinética que se combina con los motores de combustión interna existentes para crear un nuevo sistema de transmisión electrificado bajo la nueva denominación “B”. Este nuevo tren motriz ofrece a los conductores un ahorro de combustible de hasta el 15 por ciento, acompañado de reducción de emisiones en la conducción.
Los vehículos con etiqueta ecológica ECO tienen numerosas ventajas en distintas ciudades de toda España. En las capitales como Madrid o Barcelona, por ejemplo, pueden disponer de bonificaciones en el impuesto de circulación, o estar exentos del pago del impuesto de matriculación por ser coches más ecológicos.
Tu Volvo ECO en Madrid 360. En el primer semestre de 2020 se empezaron a poner en marcha las primeras medidas de un ambicioso plan, Madrid 360, que sustituía al anterior Madrid Central, el cual contemplaba restricciones a la circulación en el actual entorno de 4,7 km2 en el centro de Madrid. Para un vehículo Volvo con etiqueta Eco en Madrid 360, las ventajas son las más óptimas al considerarse los más adecuados para la circulación en cualquier escenario ambiental.
Tu Volvo ECO en la zona de bajas emisiones de Barcelona. En lo que respecta a la ciudad de Barcelona, desde el 1 de enero de 2020 la zona de bajas emisiones (ZBE) operativa desde 2017, pasó a ser permanente de lunes a viernes para todos los vehículos sin etiqueta. Esta nueva ZBE abarca un área de 95 km2. En lo que respecta a un vehículo Volvo con etiqueta Eco en Barcelona, las ventajas son inmejorables al poder circular libremente por esta zona de bajas emisiones.
Además, estos vehículos pueden circular por el carril bus-VAO en Madrid o Barcelona –siempre siguiendo las indicaciones puntuales-, tener descuentos en el aparcamiento regulado en Madrid o en los peajes de la Generalitat de Cataluña y acceso al centro de las ciudades en situaciones con restricciones a la circulación por contaminación.
Madrid y Barcelona fueron las primeras ciudades en España en crear su propia zona de bajas emisiones (ZBE), pero a partir de entonces se sumarán más ciudades. Las que superen los 50.000 habitantes deberán tener para el próximo 2023 un plan desarrollado en este aspecto.